La concha de este caracol, llamado Euomphalia strigella, es bastante frágil y transparente, de color marrón claro uniforme. Los colores que se observan en la fotografía, se deben al color de la carne del bicho, por transparencia. Se puede observar el sistema circulatorio del caracol, junto con manchas más oscuras que le dan un aspecto jaspeado, útil para camuflarse entre la vegetación seca y la hojarasca de los hábitats húmedos donde vive, en bosques densos, cerca de arroyos y ríos.
Este es un ejemplo de que las conchas vacías, tan apreciadas por coleccionistas de todo el mundo, no tienen ni por asomo la belleza que puede tener un caracol con vida en su hábitat natural. Este hecho se hace aún más evidente en especies de caracoles de zonas tropicales, con colores espectaculares, incluso verdes llamativos, como ocurre con Rhinocochlis nasuta o Stilapex montrouzieri, especies en las que la concha es completamente transparente.